martes, 7 de febrero de 2023

HISTORIA PARA UNA AMIGA

PARTE I

Hola cariño, rato sin saber de ti y de tu vida ¿Cómo está el bebé? No he vuelto a encontrar mensajes tuyos en mi celular o en mi correo, no te he vuelto a ver en redes sociales ¿Estás bien? Desde que te fuiste para Perú no hemos vuelto a ser los mismos, extraño todo lo que éramos, lo que nos brindábamos sin reproche ni recriminación, más que mi prima eras mi hermana.

Sabes una cosa, ahora más que nunca necesito de vos, sé que no hemos vuelto a hablar, sé que tienes tus propios problemas, pero estoy en un punto de mi vida en donde no puedo más, me agobia vivir, hasta respirar me lastima, me han herido el corazón y atropellado el alma.

Estoy de vuelta en el pueblo, muy al estilo del chavo del 8 con el perro arrepentido, quien vuelve con  la mirada tan tierna, el hocico partido y con el rabo entre las piernas, pero más que eso regreso al pueblo no siendo yo, me acabaron en Bogotá, allá dejé lo que era y hoy regresa a casa de mamá un zombi quien no tiene vida ni por qué o quién vivir.

Escribirte es como tener un déjá vu, es revivir aquella experiencia de hace años en donde te escuchaba diciendo “te lo dije y te lo advertí con ese degenerado sirve para nada”. No encuentro por dónde empezar, quiero encontrar paz y tranquilidad en cada letra que te escribo; comenzaré por el final para luego contarte cómo empezó todo este tormento llamada relación amorosa.

Hace dos meses descubrí una infidelidad de Nicolás, dos días después de haberme terminado en plena celebración de San Valentín, una infidelidad que venía desde hace un mes y lo descubrí cuando no podía reclamar porque según él ya no éramos pareja, a pesar de seguir compartiendo apartamento, habitación, cama, cobijas y sexo, un tormento que no tenía nombre, un lugar de donde quería huir pero no tenía la fuerza mental para hacerlo, era un juego psicológico sucio de no querer dejarte ir pero tampoco querer estar contigo, así terminó todo este falso cuento de hadas, terminé atrapado en mis propias acciones y ya no sabía cómo escapar, pero la verdad, no quería hacerlo, sentía el síndrome de Estocolmo, amaba a quien me estaba matando lentamente.

Sabes cariño, no sé cómo terminé en esa situación, tan lejos de casa y con alguien que muy poco conocía, ahora que hago una reflexión en mi vida, siento que todo fue muy apresurado, intenso, inconsciente y muy irresponsable de mi parte, me llevé por los cachos a mucha gente incluyendo a mi familia, quien ahora está pagando las consecuencias de esta relación fallida.

Ahora que ya te he contando en la situación que terminé, voy darte de talles de lo ocurrido desde un principio… conocí a Nicolás por redes sociales, me maravillé por su belleza física, todo un modelo, era un hombre impresionante a quien no creía poder tener, ya sabes el tema de mis inseguridades y baja autoestima, lo saludé sin esperar una respuesta, pero no fue así, de inmediato me respondió con un “hola, es un placer saludarte”, ahí fue el inicio de todos mis males, jamás pensé que ese “hola” me llegará a costar casi que mi propia vida.  

Desde ese 15 de junio comenzó una conversación intensa, yo tenía todo el tiempo del mundo pues trabajaba desde casa por motivos de la pandemia, él sacaba tiempo en medio de sus obligaciones en la clínica, era maravilloso como me enviaba un mensaje después de atender a un paciente, me comentaba cosas relevantes de su trabajo y también niñerías que lo hacían gracioso y muy tierno, sus bellos ojos y barba perfecta no me dejaba ver la persona inmadura que había detrás, sólo pude dimensionar la diferencia de edad cuando me dijo que el 24 de junio cumpliría 24 años, me quedé sentado en una sola pieza, pues a mis 35 años de edad no entendía como un niño, con 12 años menos que yo, podía hacerme despertar tantas cosas; recordé que dos años atrás, al terminar mi primera y única relación hasta el momento, juré no volverme a involucrar con una persona menor que yo, vaya promesa, rompí récord al pasar de una pareja 5 años menor, a una que nació cuando yo estaba nadando por las aventuras del colegio, que irresponsable fui en ese momento, sólo culpaba al amor y al no negarme una oportunidad de estar con alguien que en verdad valiera la pena, jaaaa payaso.

Cariño, me desconocí, me doblegué como un niño sin resistencia a nada, sin reparos le abrí la puerta a la comunicación constante todos los días y a cada rato, videollamadas mañana, tarde y noche, dedicatorias de canciones, regalo de cumpleaños a la distancia, escritos de amor en tan pocos días, despacio muchacho despacio, no tenía límite y no había freno de mano, que locura vivía en ese momento, además era alentado por amigos que me veían solo desde hace dos años y querían que confiara de nuevo en el amor, assshhh que carajo, me lancé por un tobogán sin reparo alguno, no sabía qué me podía encontrar al final.

No te lo voy a negar, fue algo mágico y maravilloso, era feliz y así mismo correspondido, Nicolás era fantástico, con una forma de proceder única, delicado en el trato y en su forma de hablar, muy inteligente en sus conversaciones, altamente profesional en lo que hacía, dedicado a lo que estábamos viviendo en ese momento ¿Qué más podía pedir y esperar?

La distancia no fue impedimento, yo desde mi pueblo y él en Bogotá, decidimos conocernos en persona, no importaba la pandemia ni las restricciones, saqué permisos nacionales y cogí carretera para poderlo ver; llegué a su casa y sentí que era la persona indicada, era mas bello de lo que podría imaginar, ese acento sureño no se le podía escapar. Recuerdo que ese día me presentó a un buen amigo, sin saber que meses más tarde me haría la vida imposible con ese mismo personaje, las vueltas que da la vida.

Fueron 10 días maravillosos en donde ya comenzaba a sacar banderas rojas que no quise ver en ese momento,  su descontrol de temperamento sin causa alguna, su rudeza para decir las cosas, su cambio de actitud tan de repente, ufff ya estaba diciendo lo que me esperaba en esa relación, pero estaba ciego por la belleza física y los besos dados mientras sudábamos en la cama.

Yo sentía que lo había conseguido todo, iba como tren bala sin frenos, le pedí que fuéramos novios y me rechazó, argumentó que todo era muy pronto, lo que no sabía y me enteré más tarde, era que estaba saliendo con más hombres, por ejemplo el sobrino del alcalde de la localidad a quien llevaba a tomar vino y hacer cosas en su apartamento, el enfermero de uno de los hospitales a quien conoció por redes y llevaba a su casa, el médico feo que se intentó sobrepasar sexualmente con él, pero le aceptaba invitaciones a comer, el astrologo loco que después de intimar en la cama lo despachó sin reparo, el supuesto gran amigo a quien le sacaba comida pero nunca lo aceptó, el señor de Manizales a quien hizo ir hasta Bogotá para explotarlo económicamente, el catano de Medellín que conoció por la calles de la ciudad mientras estaba en su anterior relación y sin importar un carajo lo ilusionó y mantuvo así por mucho tiempo, incluso cuando estaba conmigo y este personaje es clave en uno de los momentos que más adelante iba a suceder. En fin, una lista de hombres con quien salía e intimaba y yo era parte de esa lista, pero no lo sabía.

Me regreso a mi pueblo y me dice constantemente que me quiere, que le hago falta y que no quiere estar sin mí, renuncia a su trabajo y me pide que lo ayude a ubicar laboralmente por estos lados, así fue, me comprometí políticamente y conseguí ubicarlo en la UCI del hospital, muy bien ubicado profesional, laboral y económicamente; tanto era el embrujo por ese hombre, que fui hasta Bogotá a traerlo para que se presentara al trabajo y no lo perdiera, teniendo en cuenta la restricción de movilidad en el país por la pandemia.  

De esta forma inicia la pesadilla para mí, me entregué sin remedio a una persona que no conocía, le di todo e incluso lo más importante para mí, mi familia y entorno inmediato; 15 de agosto fue la fecha de su llegada, todo parecía ir de maravilla pero nada podía estar peor.


viernes, 21 de mayo de 2021

DÍA 105 A TU LADO


Las relaciones amorosas,

Son muy lindas y especiales,

A veces algo complicadas,

Pero siempre superando dificultades.

 

Nada es fácil en la vida,

Mucho menos sostener un amor,

Donde la gente mala aparece,

Y quieren causar dolor.

 

Pero el bien siempre le gana al mal,

Entendiendo el mal de cualquier forma,

La confianza y la nobleza,

Siempre saldrán victoriosas.

 

Lo importante entre los dos,

Es el amor puro y sincero,

En donde estamos dispuestos amar,

Y jamás repetir lo que nos hicieron.

 

Acá estoy desvelado,

Porque se me ha ido el sueño,

Esperando que duermas a mí lado,

Y cuidarte como un niño pequeño.

 

 

Son vagos mis pensamientos,

Estoy tratando de ordenarlos,

Pero todos son para tí,

Y para estas ganas de amarnos.

 

Hay unos temas muy puntuales en este momento,

Que juntos debemos superar,

Así que seré lo más sincero posible,

Y en estas letras los voy a tratar.

 

Primero manifestarte que no estás solo,

Y qué nunca te voy a desamparar,

Jamás permitiré que te hagan daño,

Y las malas personas no van a regresar.

 

Seguimos hablando del pasado,

Ese que tanto miedo te da,

Te entiendo amor el daño que te hicieron,

Pero te juro que más daño no te harán.

 

Segundo tema la economía,

Tan importante en la vida de todos,

Te sientes apretado en estos momentos,

Pero vuelvo y te digo NO ESTÁS SOLO

 

Son momentos pasajeros,

A los que le debemos buscar solución,

Sabes que es momentáneo,

Y qué pronto la economía despegará como avión.

 

Vamos a estar juntos como pareja,

A sortear estos días de octubre,

Sé que lo podemos lograr,

Y en nuestros planes nada nos interrumpe.

 

Y el tercer tema ya tocado,

Es un pacto de amor y confianza,

Dónde los dos ya nos hemos dicho todo,

Y por eso el futuro no nos espanta.

 

Tú y yo nos hemos encontrado,

Con un pasado triste y con el alma rota,

Dos seres nobles y sinceros,

Que no merecen que le hagan otra.

 

Afiancemos nuestra moral y nuestros valores,

Hagamos valer nuestra crianza familiar,

A pesar de las personas malas que quieren hacer daño,

Nuestra relación siempre hagámosla respetar.

 

En mí encuentras siempre amor fiel y sincero,

En tí siempre encuentro igualdad,

De los dos esperamos cariño y respeto,

De los dos esperamos amor sin igual.

 

Hace meses me lo dijiste,

Y hoy yo te lo recuerdo,

Que tú y yo seríamos un éxito,

Y más que nunca estoy de acuerdo.

 

Soltemos las cosas malas,

Y juntos volemos al universo,

Cerremos las puertas a las personas mal intencionadas,

Y vivamos nuestro amor sincero.

 

A ojos cerrados camino contigo,

Por ti me enfrentaría a mareas y vientos,

Por nuestro amor cogería cualquier espada,

Por nuestro amor hasta lo último lo defiendo.

 

No importa quien ha sido el primero en tu vida,

Pero el último en ser quiero,

Que tú seas lo mismo para mí,

Y que los dos seamos nuestros complementos.

 

Quedarme por siempre escribiendo podría,

Pero no quiero saturar tus pensamientos,

Recuerda que siempre estás a mi lado,

siempre, aunque te encuentres lejos.

 

Te amo ahora y por siempre,

Te amo y eso es más que un te quiero,

Porque querer es efímero y pasajero,

Pero amar es puro y duradero.

 

Te amo a tí y a nadie más,

Por eso te entrego mí amor fiel y sincero,

Cuídalo porque siempre será tuyo,

Guárdalo como tu fiel compañero.

 

Te amo hoy... Y para siempre 💙


DÍA 104 A TU LADO

Ya han pasado varios días de olvido en la escritura, pero hundido en los deseos del amor y la pasión. 20 días han corrido desde que formalizamos la relación, pero 104 días desde que comenzamos a escribir minuto a minuto la más bonita historia de amor.

Con casi 4 meses de historia, hoy más que nunca seré sincero, hoy más que nunca desnudaré mis sentimientos frente a quien decida leerme.

Aferrado a lo que soy y a mis creencias, en el día 1 me resistía a caer de nuevo en un relación, no por haber guardado recuerdos de viejos amores, sino por temor o tal vez por lo que he llamado pereza emocional, es eso que te da y repeles a volver a comenzar de cero algo con alguien, y así me pasaba con Andrés, el gusto físico era grande, pero no sabía nada de él, no lo conocía, sentía intriga por indagar más, pero a la vez temor de encontrar algo que no me gustara, así inició todo, así decidí volver a creer en alguien.

A medida que pasaban los días me sentía más atraído a él, más que por el físico, que por cierto es el hombre más bello que yo haya podido conocer, sentía conexión con su ser, con sus palabras, con su franqueza, sentía mucha sinceridad en lo que me decía, en lo  que él era y decidí creerle, adentrarme en la profundad de sus declaraciones y volver a confiar en una persona desde las emociones, desde el amor.

Al mes de estar conociéndonos, tomé la decisión de recorrer 886 kilómetros y llegar hasta su apartamento, darle ese primer abrazo y entrelazarnos en una sola emoción; lo pude sentir, abrazar, ver sus ojos, sentir su aliento y besar sus labios, una vez más comprobaba que era la persona indicada, mi corazón me lo decía y mi experiencia me lo corroboraba, estaba decidido, ¿algo loco no? a veces sentía que iba muy rápido, pero era lo que deseaba hacer y ¿por qué cohibirme en algo que sabía que era bueno para mí? y así fue, me decidí a amarlo desde esa vez y de luchar por nuestro amor… no todos los días encontramos a un ser tan maravilloso que te entrega lo que es y se deja amar de la misma manera.

El primer tropiezo… Máver, siento que vas muy rápido, de quinta debes pasar a primera o segunda, me decía en varias oportunidades, me desanimaba, pero no al punto de renunciar, paraba, pero el corazón seguía a mil, sus palabras y te quiero reconfortaban mi ilusión de poder estar con él.

Regresé a mi ciudad con un buen amor, un hombre sincero y lo más importante, con muchos valores, que estaba en la búsqueda de estar con alguien estable y basar su relación en la monogamia y el respeto, ¿Qué más podría pedir o desear? Todo se estaba dando y las cosas fluían luminosamente, aún no habíamos formalizado la relación, pero estábamos por buen camino.

Al pasar los días lo extrañaba mucho, no quería estar lejos de él, las noches no eran lo mismo sino estábamos juntos. Tomamos la decisión de estar juntos en la misma ciudad y fue así que decidió venirse para estas tierras lejanas de las suyas y emprender una aventura por amor y por su futuro.

2 meses de estar conociéndonos y ya estábamos juntos, sentíamos que podría ser para siempre; fui por él, viajé con él y mi amor creció más por él. Adiós a los miedos, a las inseguridades, al temor de un fracaso, me abracé a la idea de luchar por amor y fortalecer la relación.

Al día 104 acá estamos, siendo novios, aun conociéndonos más y más, con algunos tropiezos, con algunos sin sabores, pero nadie es perfecto, todos cometemos errores y de enmendarlos se trata, hoy mi mayor miedo es dejar de creer en él, dejar de sentir amor y tomar la decisión de alejarme.

Los malos pasos por inocencia e inconciencia podrían minar una relación bonita y estable; las malas decisiones y la apertura a conversaciones no sanas y poco respetuosas para la otra persona, podría quebrar el ánimo de algún enamorado. A veces el querer estar en todos lados podría llevarte a estar en ningún lugar. Si no aprendes a soltar ciertas costumbres o actitudes poco sanas, eso podría llevarte a tener un talón de Aquiles y perder a una persona que vale la pena, una persona que te ama y está dispuesto a entregarlo todo por ti, al límite más extremo.

Hoy las cosas no han cambiado, mi amor es más grande, más aterrizado, pero aun con ilusión, sigo siendo una gran oportunidad para esa persona que me merezca, estoy abierto a entregarlo todo, a darlo todo, a amar con todo, con lo que soy y con lo quiero ser, pero no voy recibir menos de lo que me merezco, en cuanto al trato, al amor, al respeto, a la entrega y al cariño.

Espero que estos 104 días se conviertan en meses, en años y en una eternidad contigo amor mío, mi amor bonito. Te amo infinitamente.


Día 24 - Dónde hubo miedo y frustración, ahora hay alegría, cariño y esperanza

Desde el día 1 a la fecha, letras y pensamientos han pasado, muchos nacidos de la emoción y la ilusión del cariño,

otros desde el sentimiento de la incertidumbre y el desespero del miedo, miedo al pasado y al dejavú en el futuro.

Pero hoy, al día 24, me estremezco de alegría y cariño por lo que he considerado la más bonita declaración de amor y sinceridad.

 

¿En cuántas oportunidades hemos callado sentimientos para no salir lastimados?

Es justo y valedero esa opción de protección, pues quien ha metido el corazón al caldero sabe a ciencia cierta lo que es llorar por amor; quien ha ventilado al sol su ser sabe lo que es sufrir en una relación amorosa, y todos estos actos propios de la vida te van sacando coraza gruesa, robusta, orgullosa, prevenida, con blindaje y en muchas oportunidades te convierten en un individuo frío, sin motivación de volver a creer en las personas que te dicen te quiero, de eso ya se ha vivido y sufrido sin consideración alguna.

 

Somos dueños de los pasos que damos y del camino que decidimos recorrer, pero no podemos controlar los caminantes con quién nos podamos tropezar; algunos acelerados en su afán de caminar ni su mirada te darán, otros en la educación de su crianza un saludo contestarán, otros en la maldad de su ser se dedicarán a hacerte daño, de ese daño mezquino y cruel, pero hay otros, que sin pensarlo se tropiezan con tus pasos, llevando la misma huella al caminar y con temor acertado en el pasado, con un hola te cogen de la mano y juntos deciden caminar.

 

No hay seres perfectos, ni caminantes fortuitos tropezados a la perfección, pero hay almas gemelas que en medio de la impureza reflejan la sinceridad de su espíritu y sin pensarlo van tejiendo en tu camino las telas del amor.

 

Así ha sido este camino con 24 días de recorrido, en donde los dos encontramos sin buscar, tropezamos sin saber y nos saludamos sin esperar, un camino distinto pero que nos está llevando a un mismo lugar y se siente bonito, de esas sensaciones que te llevan a afirmar que no sabes lo que es la felicidad, pero de seguro debe ser lo que llevas dentro en ese momento.

 

De mi parte propuse ser sincero desde el principio, no quería nada a medias y arriesgarme fue mi opción, nada de tibieces prematuras en temas de amor y cariño, desde el inicio borré las huellas del pasado y me puse de pie para seguir mi rumbo,  te hablé con el alma expuesta y te fui conquistando en medio del día y te fui soñando en medio de la noche.

A veces no sentía correspondencia alguna, parpadeabas y dabas luz, por eso seguía, pero en ocasiones el faro se apagaba y quedaba el galeón a la deriva esperando el amanecer para seguir la marcha...

Nunca desistí porque sabía que allí era donde quería tener mis ojos, no retrocedí porque entendí que en tu vida era donde quería reposar mis sentimientos, no renuncié porque supe a través de las señales de mi corazón que eras la persona indicada.

 

"Y es que esos ojitos, uno sólo los encuentra una sola vez en la vida", esta hermosa frase al despertar, encontrada para mí, fue el detonante para creer con fuerza y valentía de que estaba caminando con la persona indicada; es increíble como las personas que creen en el amor sincero, sólo esperan pequeños destellos de luz que guíen para seguir caminando seguros por el sendero, es increíble lo que un sencillo, pero bonito gesto, puede producir tanta felicidad en una persona.

Aun creyendo que el día no podría ser mejor, llega la noche y con ella trae la complicidad de una bonita declaración.

Después de un día completo de mensajes, llamadas, vistas y cruces de miradas y sueños, llega la hora acostumbrada del encuentro para compartir el resumen del día en medio de risas, canciones y frases bonitas para dedicar.

Toda marcha bien, así es, un día normal para cada uno sin novedad alguna, "espera me llama mi mamá, ya te llamo"... dejamos el encuentro a la espera y minutos después se reanuda la conversación, pero noto cierto cambio positivo en su rostro, una sonrisa más cariñosa.

Si pensarlo, llega a mí una ola de verdades profundas que refrescan las playas de mis emociones, una intensidad de palabras bonitas traspasa mi piel y mi alma elevando mis sentimientos a la altura del calzado de Dios; unas confesiones esperadas desde hace días, han llegado para ratificar que después de muchos años, era él quien tenía que llegar a sacudir mi vida con cariño...

Se ha regado en prosa y el silencio de mi asombro consentía cada palabra, no tenía objeción alguna ante tanta belleza narrativa de ese momento, sólo callaba, escuchaba con el corazón, quien quería salir de mi cuerpo, mis manos sudaban como si estuvieran expuestas a arduo trabajo, todo era perfecto y nada podría superar ese momento, nada, tan solo un "ya te estoy queriendo", un arrasador te quiero con mirada tierna, nada podría ser más perfecto que un primer te quiero, la más bonita confesión de amor en mi vida.


El insomnio defrauda mi tranquilidad, la incertidumbre desvela mis pensamientos; la disminución de la llama de la ilusión se hace cada vez más presente en mí… ¿No podré romper con el ciclo del desamor eterno?

El insomnio defrauda mi tranquilidad, la incertidumbre desvela mis pensamientos; la disminución de la llama de la ilusión se hace cada vez más presente en mí… ¿No podré romper con el ciclo del desamor eterno?

Son las 4 de la madrugada y mis ojos de repente se han abierto y a mis sentidos desvelado, miro alrededor y mi habitación está casi que, en oscuridad, así como está mi inconsciente. Las ganas de devorarme en letras me levantan de la cama y acá, arropado entre sábanas para huir del frío, te escribo un par de pensamientos en estado de melancolía.

Hasta hace unas horas has desnudado tu alma y me has llevado de la mano a tu pasado, logré ver el niño que eras y las heridas de tu vida, como un guerrero cicatrizado has batallado cientos de guerras y aun sigues de pie para vitorear cada una de ellas; te miro a los ojos en silencio, dejo que el susurro de tu voz a la distancia, llegue hasta lo más íntimo de mí, para poder hacer mío cada relato y cada hecho que ha marcado tu pasado.

Somos el resultado de nuestras acciones, te dije, pero lo que si es cierto, es que tu alma es más potente que la mía, pues has soportado idas y venidas desafortunadas propias de personas valientes como tú. Hice un gran esfuerzo para contener las lágrimas ante tus crónicas de crueldad y desamor, injustas para un niño tan pequeño que después de tantos años relata sus vivencias.

Fueron varias horas de escucha contemplándote en silencio, queriendo estar a tu lado para darte un abrazo; ante cada palabra de relatoría de tus vivencias, tu rostro se mantiene inmune a un pasado que te marcó, ¡Que valiente! He pensado, pues mis tristezas de vida se han quedado pequeñas ante las tuyas.

Te he sentido más cercano, te he llegado a lo profundo de tu intimidad, te he saboreado desde la distancia en la amargura de las injusticias, te he comprendido y me he allegado más cerquita de tu esencia, esa esencia que me hace pensar en ese momento que la persona que tengo frente a mí, es quien se ha ganado mi confianza, mi cariño, mi respeto y mis deseos locos de conocerle pronto en persona.

¿Qué de malo tiene sentirse así? Nada, al contrario, es un sentimiento bonito de ternura e ilusión, pero, sin pensarlo y sin saber cómo, la conversación se ha tornado diferente, ya no tan emocional sino más racional, es sensato hacerlo, no hay nada más peligroso que dejarse llevar por el emotivo hecho de un momento, también hay que darle juego a la razón y no dejarlo tanto en la banca.

Vas en quinta, pero creo que debes meterle primera, me ha dicho, no entendí por qué, pero sabía que tenía que parar y analizar la conversación, un freno abrupto y sin aviso, le he sonreído tratando de demostrar que había entendido, pero por dentro estaba buscando respuesta. Había comprendido que estaba cerca el día de conocernos en persona y que eso contraía muchas dudas, preguntas y así mismo, muchos miedos. Era entendible, pues los días desde el momento 1 hasta hoy, día 17, ha sido rápido e intenso, un comienzo único y acelerado, pero ¿Por qué colocarle freno a lo que se siente? él me ha dado la respuesta, porque da miedo toda esta situación, porque nos ha herido y no queremos salir lastimados de nuevo, porque han pasado muchas cosas que han precedido nuestras vidas y nos hace vulnerables, porque como dijo él: recuerda que somos amigos y nada más, así debe seguir esta relación hasta el momento en que nos veamos; le he consentido su afirmación con mi mirada y la cabeza, pero fue una estacada que no entendía, era lógico y razonable su afirmación y así lo quiero también ¿Pero por qué me confunde, por qué me causa dudas, por qué me frenó, por qué se siente así, por qué no me permitió dormir con tranquilidad, por qué me tiene acá entre sábanas y sueños con deseos de escribirte en letras?

Es un sentimiento tonto que desorienta, te baja y te nivela con el inicio. Nada que hacer, sólo seguir en la carrera y esperar que las cosas tomen su rumbo, bajar el ritmo y meter primera, a pesar de que vayamos por carretera plana y en buenas condiciones, pero el miedo que los dos sentimientos, son el freno a la velocidad de conocernos y dejarnos vivir una experiencia que en el pasado nos ha marcado a los dos. 


Voy en un tren bala cargado de sentimientos, sin rumbo ni estación, tan sólo guiado por la esperanza y la ilusión.

Si alguien me lee y siente que soy un boceto de enamorado, con trazos gruesos sin terminar, no lo juzgaré, de pronto tenga razón y aun más un día como hoy, un día de acelere involuntario acompañado de altibajos emocionales.

¿Todo va bien? Creo y siento que sí, quizás no como quisiera, quizás no por mí ni por él, sino por el tiempo y las circunstancias, algo complejo en estos tiempos difíciles en el mundo para movilizarnos … cientos de kilómetros nos separan de conocernos, de nuestros sueños y de pronto de poder abrazar a la persona de nuestras vidas.

¿Será la distancia lo que nos separa? Quiero pensar que sí, que así es, pero en lo profundo puedo sentir el terror de que sea yo y mis sentimientos, siempre ha sido así, doy más de lo que debería dar y no es su culpa, es mía y de mi naturaleza… desastroso experimentar este acelerado sentimiento.

Ha pasado muchos meces y he experimentado la soledad, de la buena, pura y sincera, de ese encuentro conmigo mismo; he cerrado ciclos y limpiado mi alma, desterrando de mi todo rezago del pasado, destatuando de mi ser todo recuerdo de amores de antaño, lo he superado y me he recuperado, acá estoy, listo y dispuesto a todo por un nuevo comienzo, de esos que siempre he soñado… un amor bonito.

Muchos años han pasado desde aquella temporada de mariposas, de las que se te meten en el estomago y estremecen tu vida; muchos años han pasado desde aquella ventura de un largo recorrido; muchos años han pasado desde aquel sí sincero y rotundo… ¡ya! Ya pasó, basta, se ha acabado, lo he sufrido y lo he pagado, no más, estoy acá en el presente con las heridas cicatrizadas.

Veo llegar varias mariposas, de nuevo llegan a mí, están entrando suave y silenciosas, no las vi a la distancia, estaban frente a mi rostro aleteando y dando vueltas, es lo que muchos llaman sorpresa y otros llaman casualidad, de esas bonitas casualidades que te presenta la vida.

¿Si es tan especial lo que sientes, por qué te acongojas? No tengo respuesta para esa pregunta, hoy en el día 14 no la tengo, hay más dudas que respuestas, hay más incertidumbre que certeza, hay más temor que sosiego, hay más de lo mucho que de lo poco, allí está el problema, siento que espero mucho de algo que no podría pasar.

Soltar y dejar pasar, eso me repito todos los días en mi cabeza, dejar pasar y esperar, soltar y liberar, bajar el incremento de la ansiedad y soportar, arrastrar los pies para no correr tan rápido, desacelerar para no estrellar, ser paciente para hallar tranquilidad en el alma, soportar la distancia para ir cautivando o alejando mariposas, de esas bonitas.


Ven, no te asustes… abre tu corazón y recibe estas palabras


Hoy sucedió lo que en el amor he conocido como las historias cíclicas, el pasado perturba un respirar presente tratando de dañar la tranquilidad que poco a poco se ha conseguido.

En el día de ayer, las palabras ahondaron la nostalgia de un pasado que no fue bueno, un pasado que dañó, lastimó y dejó heridas; mi sentido de la escucha se afiló y entendió, no le puse juicio a sus palabras, no podría, cada una de ellas me fue confiada con esmero.

Unas copas de vino en la soledad, una que otra canción de antaño, de esas que se usan para planchar, sacudían sus emociones, no lo podía percibir pues estaba lejos, enredado entre letras y números, desesperado entre rabia y estrés, andaba en otro cuento, un cuento totalmente diferente en el que estaba él.

Todo el día cruzamos mensajes, plasmamos en nuestros móviles imágenes, he suspirado más de una vez con cada una de ellas, mi corazón ha palpito por cada mensaje sonoro al ritmo de su pacifica y elocuente voz, que voz, sureña con acento encantador.

Ha pasado menos de dos semanas desde aquella oportunidad que por primera vez le dije hola y ya entre tantos minutos de ausencia extraño su presencia aun sin tenerlo, sin tocarlo y sin oler el aroma natural de su cuerpo. Con el pensamiento y con las letras le dije necesito de tu energía para recargar mi ser, me ha escuchado y me ha llegado, lo he visto y le he sonreído, lo sostuve entre mis manos mientras él apretaba una fiel copa de vino, su compañera en la distancia.

No sabes cuánto necesitaba de ese momento, aun escuchando las historias cíclicas del pasado, podría experimentar que estabas allí, y en el día 10 puede corroborar que hay personas que nos dañan, nos intentan marchitar, hundir, sofocar en las mentiras y en las inmundicias de la falsedad y el victimismo, pero así mismo, estoy corroborando que hay una esperanza que enciende y transforma, una ventana que se abre con vista a la inmensidad cargada de luz, de tranquilidad y de mucho aire fresco.

Acá estoy, queriendo estrechar tu mano, intentando conocer el misterio de nuestras vidas, luchando por descifrar los designios del destino, nadar con la corriente de las oportunidades que se nos presentan, abrazando inmensamente la tranquilidad que me produce al confiarte lo que soy,  lo que tengo y todo lo que me falta, acá estoy, desnudo de sentimientos, sediento de conocerte más, ilusionado de entrar en la profundidad de tu verdad, de tus sueños y de tus miedos.

Al demonio Unamuno con su sentimiento trágico de vida, que se pierda Freud con su sexuado psicoanálisis, que sean desterrados de nosotros tomo pensamiento dramático de Romeo y Julieta, no quiero morir de amor por ti, quiero morir por ti,  pero de viejo, quiero morir por ti pero a tu lado cogidos de la mano en una cama con el peso de los años, quiero morir por ti con el cabello blanco del color carnavalero de San Juan de Pasto, quisiera algún día morir por ti, con la certeza que mi vida tuvo sentido, y ese sentido entrelaza la convicción de haber vivido muchos años con la persona correcta.


Sanando heridas a través de un ciclo que se ha cerrado

Sanando heridas a través de un ciclo que se ha cerrado.

Durante nuestras vidas hemos escuchado hablar del karma o del efecto boomerang, lo hemos visto ahí en diferentes situaciones con resultados diferentes; como la primera vez, así ha llegado de nuevo la ilusión a mí, por segunda vez, de repente, espontanea, sin aviso y a través de las redes sociales.

Es cierto que hay amores a primera vista, pero también es cierto que hay amores que se demoran en gustar, en atraer, en sentir un mismo sentimiento; hay casos en que los amigos de siempre se han terminado gustando y amando hasta el cansancio, pero en mi caso no ha sido de ninguna manera mencionada.

En mi caso ha sucedido a través de un océano azul de letras e imágenes, rostros desconocidos y estados de nunca acabar. Salen nombres y rostros, muchas sugerencias, pero poco para escoger, nadie a quien conozcas; entre tantas “cara libros” destaca un perfil agradable, llamativo y es ahí cuando sin pensarlo dos veces me detengo a observar, revisar o stalkear, como queriendo encontrar un tesoro escondido, analizo su veracidad y procedo a darle agregar con la esperanza que sea aceptado.

No ha pasado muchos minutos cuando se me informa que he sido aceptado como amigo, por lo que me dejo llevar por mi instinto y escribo “gracias por aceptar la invitación”, que gesto tan poco recatado pensé, pero no dejé de emocionarme al recibir un hola como respuesta.

Un momento, me he confundido, quiero narrar mi presente, pero se confunde con mi pasado, lo sé, me confunde demasiado ¿No has olvidado? Claro que sí, pero son dos historias diferentes con un inicio parecido, eso es lo que llamo casualidad de la vida o riesgo que asumir.

En este primer día pude experimentar varias cosas, entre ellas la idea de emocionarse con un hola, hacía mucho tiempo no lograba vivirlo.

Hemos pasado de una charla a compartir contactos, ¡Genial! Pensé, no está mal conocer gente, pero jamás imaginé que las horas envolverían el tiempo y los argumentos hasta quedarnos cansados… fue una charla única, al menos para mí, sabía que la conexión me llegaba y era diferente a otras charlas, sentía placer espiritual al divagar entres los pensamientos producto de sus palabras.

No quería dejar de hablar, lo juro, creía haber encontrado a un ser que hacía mucho tiempo no veía, pero que ya conocía, es esa sensación de rareza que te hace dar vueltos en los mismos pensamientos sin saber por qué.

Con un que rico la charla, que placer haberte conocido entre otras palabras propias del momento, nos dimos las buenas noches y nos dispusimos a dormir; no sé él, pero yo seguí en diálogos internos conmigo mismo, extasiado de la incredulidad de haberlo conocido y de esa manera, hasta que mi voz interior mi aterrizó en la distancia, en la lejanía de cuerpos y en el tiempo de confinamiento que no tenía cuando terminar.

Buenas noches, me iré a descansar con el pensamiento partido entre la esperanza de encontrar una dicha y el desosiego de aterrizar en campos dinamitados por la realidad, esa realidad de más de 884 kilómetros de distancia acompañados de 22 horas de largo camino. Feliz noche.