Ya han pasado varios días de olvido en la escritura, pero hundido en los deseos del amor y la pasión. 20 días han corrido desde que formalizamos la relación, pero 104 días desde que comenzamos a escribir minuto a minuto la más bonita historia de amor.
Con casi 4 meses de historia,
hoy más que nunca seré sincero, hoy más que nunca desnudaré mis sentimientos
frente a quien decida leerme.
Aferrado a lo que soy y a mis
creencias, en el día 1 me resistía a caer de nuevo en un relación, no por haber
guardado recuerdos de viejos amores, sino por temor o tal vez por lo que he
llamado pereza emocional, es eso que te da y repeles a volver a comenzar de
cero algo con alguien, y así me pasaba con Andrés, el gusto físico era grande,
pero no sabía nada de él, no lo conocía, sentía intriga por indagar más, pero a
la vez temor de encontrar algo que no me gustara, así inició todo, así decidí
volver a creer en alguien.
A medida que pasaban los días
me sentía más atraído a él, más que por el físico, que por cierto es el hombre
más bello que yo haya podido conocer, sentía conexión con su ser, con sus
palabras, con su franqueza, sentía mucha sinceridad en lo que me decía, en lo que él era y decidí creerle, adentrarme en la
profundad de sus declaraciones y volver a confiar en una persona desde las
emociones, desde el amor.
Al mes de estar conociéndonos,
tomé la decisión de recorrer 886 kilómetros y llegar hasta su apartamento,
darle ese primer abrazo y entrelazarnos en una sola emoción; lo pude sentir,
abrazar, ver sus ojos, sentir su aliento y besar sus labios, una vez más
comprobaba que era la persona indicada, mi corazón me lo decía y mi experiencia
me lo corroboraba, estaba decidido, ¿algo loco no? a veces sentía que iba muy
rápido, pero era lo que deseaba hacer y ¿por qué cohibirme en algo que sabía
que era bueno para mí? y así fue, me decidí a amarlo desde esa vez y de luchar
por nuestro amor… no todos los días encontramos a un ser tan maravilloso que te
entrega lo que es y se deja amar de la misma manera.
El primer tropiezo…
Máver, siento que vas muy rápido, de quinta debes pasar a primera o segunda, me
decía en varias oportunidades, me desanimaba, pero no al punto de renunciar, paraba,
pero el corazón seguía a mil, sus palabras y te quiero reconfortaban mi ilusión
de poder estar con él.
Regresé a mi ciudad con un
buen amor, un hombre sincero y lo más importante, con muchos valores, que
estaba en la búsqueda de estar con alguien estable y basar su relación en la
monogamia y el respeto, ¿Qué más podría pedir o desear? Todo se estaba dando y
las cosas fluían luminosamente, aún no habíamos formalizado la relación, pero
estábamos por buen camino.
Al pasar los días lo extrañaba
mucho, no quería estar lejos de él, las noches no eran lo mismo sino estábamos
juntos. Tomamos la decisión de estar juntos en la misma ciudad y fue así que
decidió venirse para estas tierras lejanas de las suyas y emprender una
aventura por amor y por su futuro.
2 meses de estar conociéndonos
y ya estábamos juntos, sentíamos que podría ser para siempre; fui por él, viajé
con él y mi amor creció más por él. Adiós a los miedos, a las inseguridades, al
temor de un fracaso, me abracé a la idea de luchar por amor y fortalecer la
relación.
Al día 104 acá estamos, siendo
novios, aun conociéndonos más y más, con algunos tropiezos, con algunos sin
sabores, pero nadie es perfecto, todos cometemos errores y de enmendarlos se
trata, hoy mi mayor miedo es dejar de creer en él, dejar de sentir amor y tomar
la decisión de alejarme.
Los malos pasos por inocencia
e inconciencia podrían minar una relación bonita y estable; las malas
decisiones y la apertura a conversaciones no sanas y poco respetuosas para la
otra persona, podría quebrar el ánimo de algún enamorado. A veces el querer
estar en todos lados podría llevarte a estar en ningún lugar. Si no aprendes a
soltar ciertas costumbres o actitudes poco sanas, eso podría llevarte a tener
un talón de Aquiles y perder a una persona que vale la pena, una persona que te
ama y está dispuesto a entregarlo todo por ti, al límite más extremo.
Hoy las cosas no han cambiado,
mi amor es más grande, más aterrizado, pero aun con ilusión, sigo siendo una
gran oportunidad para esa persona que me merezca, estoy abierto a entregarlo
todo, a darlo todo, a amar con todo, con lo que soy y con lo quiero ser, pero
no voy recibir menos de lo que me merezco, en cuanto al trato, al amor, al
respeto, a la entrega y al cariño.
Espero que estos 104 días se
conviertan en meses, en años y en una eternidad contigo amor mío, mi amor
bonito. Te amo infinitamente.
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