viernes, 21 de mayo de 2021

Voy en un tren bala cargado de sentimientos, sin rumbo ni estación, tan sólo guiado por la esperanza y la ilusión.

Si alguien me lee y siente que soy un boceto de enamorado, con trazos gruesos sin terminar, no lo juzgaré, de pronto tenga razón y aun más un día como hoy, un día de acelere involuntario acompañado de altibajos emocionales.

¿Todo va bien? Creo y siento que sí, quizás no como quisiera, quizás no por mí ni por él, sino por el tiempo y las circunstancias, algo complejo en estos tiempos difíciles en el mundo para movilizarnos … cientos de kilómetros nos separan de conocernos, de nuestros sueños y de pronto de poder abrazar a la persona de nuestras vidas.

¿Será la distancia lo que nos separa? Quiero pensar que sí, que así es, pero en lo profundo puedo sentir el terror de que sea yo y mis sentimientos, siempre ha sido así, doy más de lo que debería dar y no es su culpa, es mía y de mi naturaleza… desastroso experimentar este acelerado sentimiento.

Ha pasado muchos meces y he experimentado la soledad, de la buena, pura y sincera, de ese encuentro conmigo mismo; he cerrado ciclos y limpiado mi alma, desterrando de mi todo rezago del pasado, destatuando de mi ser todo recuerdo de amores de antaño, lo he superado y me he recuperado, acá estoy, listo y dispuesto a todo por un nuevo comienzo, de esos que siempre he soñado… un amor bonito.

Muchos años han pasado desde aquella temporada de mariposas, de las que se te meten en el estomago y estremecen tu vida; muchos años han pasado desde aquella ventura de un largo recorrido; muchos años han pasado desde aquel sí sincero y rotundo… ¡ya! Ya pasó, basta, se ha acabado, lo he sufrido y lo he pagado, no más, estoy acá en el presente con las heridas cicatrizadas.

Veo llegar varias mariposas, de nuevo llegan a mí, están entrando suave y silenciosas, no las vi a la distancia, estaban frente a mi rostro aleteando y dando vueltas, es lo que muchos llaman sorpresa y otros llaman casualidad, de esas bonitas casualidades que te presenta la vida.

¿Si es tan especial lo que sientes, por qué te acongojas? No tengo respuesta para esa pregunta, hoy en el día 14 no la tengo, hay más dudas que respuestas, hay más incertidumbre que certeza, hay más temor que sosiego, hay más de lo mucho que de lo poco, allí está el problema, siento que espero mucho de algo que no podría pasar.

Soltar y dejar pasar, eso me repito todos los días en mi cabeza, dejar pasar y esperar, soltar y liberar, bajar el incremento de la ansiedad y soportar, arrastrar los pies para no correr tan rápido, desacelerar para no estrellar, ser paciente para hallar tranquilidad en el alma, soportar la distancia para ir cautivando o alejando mariposas, de esas bonitas.


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